viernes, 14 de septiembre de 2007

Cátedra sobre la Vida (Toxicología)

Así como exíste el bien, también exíste el mal.

Un ejemplo palpable de esto se encuentra en la naturaleza y la manera en la que esta se defiende.

Dentro de los tres reinos de la naturaleza (animal, vegetal y mineral) podemos encontrar sustancias venenosas o alergénicas, pudiendo ser estas calamitosas para la gran mayoría de los seres vivos.

En el reino mineral tenemos sustancias venenosas como el Mercurio, el Uranio entre otros.

En el reino vegetal, estos componentes letales son utilizados en ocaiones como medicamentos si se les trata de manera adecuada. Un ejemplo de esto es el Ricino, el cual deja de ser venenoso solo después de ser refinado.

Otro ejemplo dramático de venenos en el mundo vegetal es la Cicuta. Es bien conocido que la ingesta del veneno de una de las especies de Cicuta, era utilizado en la antigua Grecia como una forma de ´´Pena capital´´, siendo una de sus más famosas victimas, Sócrates.

Los venenos más poderosos y mortales se encuentran en el reino animal.

Utilizados como mecanismos de defensa o de ataque, estos componentes químicos de bases proteicas, son la pesadilla de cualquier toxicólogo.

Algunos tipos de pulpos, ranas, serpientes, peces e insectos producen sustancias cientos de veces más mortiferas que el Cianuro, creando inicialemente una parálisis y colapso de los organos del cuerpo de sus víctimas y eventualmente la muerte.

Los humanos también producimos, de manera biológica (los residuos de nuestro cuerpo), veneno, aunque estos no tienen la potencia para aniquilar a otros seres.

Utilizamos nuestra inteligencia para crear formas artificiales de extermio, de otras especies y de nuestros semejantes, a tráves de estudios realizados en laboratorios bien equipados.

Pero en definitiva y despues de años de estudio, se ha determinado que el veneno más poderoso no es solo el que lastíma el cuerpo, si no el que lastíma el alma.

Tanto hombres como mujeres podemos con nuestra boca o acciones dañar a aquellos, que aún mereciendolo, han intervenido de manera positiva o negativa en nuestra vida.

No solo me lastimas a mí, si no a tí por igual, al hacer y decir cosas impulsadas por la rabia...solo para descubrir en tu interior que no es eso lo que sientes y deseas.

Solo el tiempo y el perdón pueden curar este veneno que es más poderoso que la Tetradotoxina.

Busca a tu Creador y pide la cura de este veneno, utiliza tu inteligencia para no cometer los mismos errores en tu vida...si eres lastimado(a) otra vez, produciras veneno y empezaras el ciclo otra vez.



CLASS DISMISSED...



´´Si deseas ocasionar daño o bienestar al cuerpo...apunta al corazón´´

LeGourde

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